Al retomar la actividad física después del verano es todo un reto, seguro notarás que tu nivel no es el mismo, por lo que debes tomar las cosas con calma.
El calentamiento y el posterior estiramiento se vuelven particularmente importantes, pues como el cuerpo se ha desacostumbrado al ejercicio la probabilidad de sufrir desgarres o lesiones se incrementa.
Retomar la actividad física con cuidado
Ajustar nuevamente la rutina puede requerir de la ayuda de un experto, algo en lo que un entrenador personal puede ser de gran ayuda.
Estos profesionales partirán de un diagnóstico de tu estado actual y te recomendarán una rutina que se adapte a tus objetivos y estado actual, de forma que se personalice completamente el programa de ejercicios y así se trate de un entrenamiento coherente y con fundamento.
Eso sí, debes poner de tu parte, por muy bueno que sea tu entrenador, recuerda siempre que la voluntad de ejercitarse y cuidarte depende de ti.
Al fin y al cabo, este profesional estará contigo durante la sesión, el resto de horas del día dependerá de ti mantenerte activo/a y unos hábitos saludables de alimentación.
Visualiza tu cuerpo como era antes del verano y la rutina que llevabas en ese entonces, y piensa que si antes eras capaz de lograrlo nada impide que puedas volver a esos hábitos, por lo que retomar la actividad física después del verano está totalmente de tu mano..
Revisar el estado del cuerpo
Otra buena recomendación para volver al ejercicio después del verano es comprobar tu composición corporal, pues lo más probable es que el descanso del verano haya estado acompañado de alimentos sabrosos pero no necesariamente saludable y eso conlleve a un cambio en los porcentajes.
Un plan nutricional a medida sería lo ideal para saber lo que tienes que comer y recuperar tu físico y/o mejorarlo.