La meditación es una técnica que se ha practicado desde hace miles de años en diferentes culturas alrededor del mundo, incluso fuera de Asia. Lo que actualmente es tendencia curiosamente en sociedades occidentales, es practicar la medicación como medio para obtener grandes beneficios en la salud mental y fisiológica.
La meditación es una técnica muy antigua heredada de los centros monásticos. Actualmente en occidente hay muchos programas basados en Mindfulness con impactos positivos en pacientes con problemas de salud derivados del estrés y otras patologías.
Es muy valorada por los beneficios psicológicos que trae para la persona y por todo el bienestar que aporta a quienes la practican. Investigaciones científicas han reconocido los aportes de la meditación a la salud física y mental de los individuos, trayendo salud y calidad de vida.
Estos estudios hacen parte del campo de la investigación neurológica, donde se han empleado electroencefalografías y resonancias magnéticas junto con otras técnicas científicas modernas, con el fin de analizar qué sucede en el cuerpo de las personas mientras meditan y qué cambios hay cuando la practican regularmente.
Beneficios de la meditación en la salud mental y fisiológica
Estudios realizados por Richard Davidson y Jon Kabat-Zinn, fundador y exdirector ejecutivo del Center for Mindfulness in Medicine en EE. UU., demostraron que luego de ocho semanas de meditación basada en la conciencia se evidenciaron aumentos significativos en la actividad cerebral anterior del lado izquierdo asociado con los estados emocionales positivos.
Con ello, la meditación regular produce emociones positivas similares a las generadas al montar en bici o aprender a interpretar un instrumento musical.
Por su parte, el investigador fundador del Instituto Médico Mente-Cuerpo, Dr. Herbert Benson, concluye que efectivamente la meditación favorece una serie de cambios bioquímicos y físicos en el cuerpo a manera de respuesta de relajación del mismo organismo.
Esta respuesta trae cambios en el metabolismo, la presión arterial, el ritmo cardíaco y la química del cerebro.
Según el Psychological Bulletin a partir de estudios de los Institutos Nacionales de Salud americanos, ha determinado a partir de electroencefalografías de pacientes estudiados, que con la meditación hay disminución de la actividad nerviosa. En este sentido se cree que algunos tipos de meditación podrían reducir la actividad del sistema nervioso simpático y aumentar la actividad del sistema nervioso parasimpático encargado de regular funciones motoras involuntarias en el cuerpo como la respiración, el ritmo cardíaco, la respiración, digestión, circulación, etc.
Otros usos en el campo terapéutico
La meditación ya es reconocida como un método eficaz para el manejo del dolor y el estrés. Incluso ha sido utilizada en hospitales con pacientes crónicos o terminales para reducir el estrés, a fortalecer las defensas del cuerpo y a mejorar su estado de salud física.
El Mindfulness ha logrado reducir el estrés como método para ayudar a hacerle frente a los problemas relacionados con fibromialgia, dolor crónico, cáncer o enfermedades coronarias, evidenciándose mejoras tanto a nivel mental como físico.
La meditación es una herramienta útil para la ciencia y la medicina como técnica ideal para lograr una buena salud mental y fisiológica.