Un pensamiento común es que para cuidarse y tener más salud, debemos restringirnos en la alimentación y entrenar muchas horas al día, déjame que te aclare que no es así.
Como todo en la vida, debe aplicarse en su justa medida.
Muchas personas todavía tienen la creencia errónea que con comer poco ya están controlando su peso y por lo tanto cuidando su salud, pues no, de hecho si reduces mucho tu ingesta de alimentos lograrás el efecto contrario y además producirás deterioro en tu salud.
Te voy a indicar 6 errores comunes que si los tienes en cuenta mejorarás tus hábitos sin poner en juego tu salud:
6 Errores comunes para tener más salud
1. Consumir pocas calorías:
Si crees que con una dieta baja en calorías no subirás de peso, estás en un error.
Nuestro organismo necesita de cierta cantidad de calorías con sus nutrientes adecuados, para sus funciones mínimas (gasto metabólico basal), tales como: realizar correctamente los procesos respiratorios, digestivos, de circulación sanguínea y del sueño, entre otras. Restringirte demasiado en tu alimentación puede incluso provocar problemas en tu salud.
Si crees que comer poco te ayudará a controlar tu peso, estás en un error. Lo único que obtendrás será más posibilidades de mermar tu salud, malestares físicos y además, posiblemente, más peso.
Nuestro cuerpo es una máquina sabia, si no le das nutrientes, él los acumula, por lo tanto, ralentizarás tu metabolismo y el cuerpo estará en «modo ahorro», ya que no le proporcionas alimentos en la cantidad adecuada y de la forma adecuada, lo poco que comas lo almacenará y procurará gastar lo mínimo imprescindible.
Esto se traduce en problemas de peso, baja energía, lo cual dará lugar a no tener ganas de nada y por lo tanto una baja autoestima.
No es obligatorio comer 5 veces al día, ni ponerse un número determinado, ya que la forma de alimentarse dependerá de cada individuo, lo que sí debemos respetar es unos mínimos de nutrientes al día y cubrir nuestras necesidades basales.
Si de verdad quieres seguir una dieta adecuada, sea el objetivo que sea (aumento de peso, pérdida de peso u otros), lo recomendable es que te pongas en manos de profesionales que están especializados y sabrán como tratar tu caso concreto, te enseñarán y adquirirás hábitos duraderos que incorporarás a tu forma de vida.
Recuerda, pasar hambre no es la solución.
Una dieta adecuada va mucho más allá del simple control de las calorías, esto ya está descatalogado, lo importante es saber qué tipo de nutrientes, en qué cantidad, en qué momento del día, etc., son muchos factores a tener en cuenta para llegar a confeccionar la dieta que cada uno necesita.
De ahí a que te recomiende que acudas a un profesional, no es fácil, por ti mismo/a será difícil conseguirlo y más aún si durante tu vida has tenido una relación complicada con la comida.
2. Comer alimentos ultraprocesados:
Este tipo de alimentos no debería denominarse así, ya que han sido cometidos a tantos procedimientos que simplemente se pueden considerar preparaciones industriales comestibles.
Contienen harinas poco saludables y grandes cantidades de azúcar, para que lograr que tengan mejor sabor. Todas estas sustancias en cantidades innecesarias se acumulan en tu organismo y causan problemas relacionados con el peso así como la aparición de distintas enfermedades.
Aprende a leer las etiquetas, interésate por lo que estás introduciendo en tu organismo, es importante que por ti mismo/a conozcas cuáles son los que debes minimizar o eliminar de tu dieta.
Lamentablemente, en España no hay una regulación estricta en cuanto a los ingredientes y en muchas ocasiones, este tipo de productos abusan del azúcar y de los carbohidratos.
3. No comer grasas saludables
Sí, como lo oyes, no es conveniente huir de todo tipo de grasas, de hecho, existen grasas buenas que el organismo necesita para mantenerse sano y prevenir enfermedades.
Son esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo y debemos incluirlas en nuestra dieta.
Algunos de los alimentos con grasas saludables son:
- Aguacate
- Frutos Secos
- Semillas
- Aceitunas y obviamente el aceite de oliva.
- Legumbres como la soja y el cacahuete.
- Pescado azul
- Huevos
- Etc.
Eso sí, no abuses, por que no dejan de ser grasas, así que todo en su justa medida 😉
No olvides incluir grasas buenas en tu dieta, eso sí, en su justa medida.
4. Comer rápido:
¿Sabías que el cerebro necesita al menos de 20′ para procesar que has comido suficiente y transmitir la señal de que ya no se tiene hambre?, por eso, si comes rápido, no dejarás que llegue esa señal y seguro que comerás más cantidad de la que necesitas y sin control.
Procura dedicar el tiempo necesario a masticar adecuadamente y a saborear lo que comes, además de que lo disfrutarás, le dejarás tiempo al cuerpo para que procese lo que estás comiendo.
Comer rápido es engullir y sabes que así comerás el doble, tómate tu tiempo y controlarás mejor las cantidades.
5. No practicar ejercicio físico o ejercitarte en exceso y tener más salud
Tanto el hecho de no practicar ejercicio físico y llevar una vida sedentaria como pasarse, son muy malas ideas.
Si tras un periodo de abandono del ejercicio decides retomar o bien, si te has decidido a empezar, no quieras hacer en un día lo que no has hecho en mucho tiempo, las consecuencias pueden ser lesiones, dolores y el efecto contrario, que tu organismo detecte el ejercicio como algo negativo y doloroso.
Debes empezar de forma progresiva, poco a poco, sin prisa, respetando los descansos y sin hacer locuras.
Lo recomendable es que te pongas en manos de profesionales. Un entrenador personal te ayudará a comenzar un plan de ejercicios adecuados, te enseñará a realizarlos y así aprenderás a conocer cómo reacciona tu cuerpo con el ejercicio y podrás mantenerte en forma para siempre.
El ejercicio debe ser a tu medida, ni pasarte ni quedarte corto/a, mejor consulta con profesionales para empezar con buen pie.
6. No controlar los niveles de estrés:
El estrés laboral es la segunda causa de baja laboral en la Unión Europea, afectando anualmente a cuarenta millones de trabajadores y suponiendo para sus países miembros un coste de veinte mil millones de euros al año en gastos sanitarios, sin contar la pérdida de productividad.
Pero a ese estrés laboral hay que añadirle el estrés extra de nuestro día a día: las obligaciones familiares, temas de índole económico, etc.
Un estrés fuera de control puede dar lugar a muchas dolencias y desórdenes en nuestro organismo, tanto a nivel emocional como fisiológico, por eso es fundamental mantenerlo bajo control.
Practica ejercicio físico, meditación o incluso acude a terapia, todos los medios que ayuden a controlar el estrés serán bien recibidos.
Notas finales para tener más salud:
Tener más salud se traduce en alimentarse adecuadamente, ejercitarse de forma habitual y mantener un control adecuado de los niveles de estrés.
No cometas estos errores tan comunes y empieza a tomar el control de tu vida, la disfrutarás mucho más y también los que te rodean.